martes, 17 de mayo de 2016

Floripa

Todo mar se da cita en Floripa,
ahora lo sé;
         todo el que he visto pasar por costas y costas
         y aquel que no vi ni veré jamás.

Y va tanto el de la ola brava como
aquel de la salobre caricia, temerosa y frágil...
         tanto el que exhibe desenfrenado su opalescente cifra,
         como el que la cubre de comedida espuma.

Todo mar va a Floripa:
pasa y se queda;
se queda,
pasa.

Ella,
multiplicada de pies blancos
recibe y asila,
saluda y saluda:
         tendida de morros,
               hamacada de palmeras cansinas,
                     larga de mariscales imperecederos
                           (intercambiando chapaleos, maneras y colores).


Y entonces
zarpa con todo su mar a cuestas;
pasea cargada de bañeantes por los azules
haciendo magia de costas ignotas,
aprendiendo gestos de otras aguas para vestir sus noches,
atiborrando de agilidades la extensión.

Y atardece
a su modo,
atesorando soles en todas
las alcancía suyas.

Viaja Floripa de sal por cielos:
camina y camina estrellas,
de punta en mar...



(marzo de 2001)

viernes, 13 de mayo de 2016

Albor


Un, dos, tres... 
la mirada en el tres se atraviesa y
ya no es igual a sí misma:
      se desmura del dolor,
      prepotea a la sombra segunda del celo,
      malconoce en el horizonte un brillo como si fuera de ambos 
      (ese uno del equívoco imprescindible),
      y,
         en fin,
         hace un prisma de visura que aprisiona la espuma
         la piedra
         el rumor la raíz
         el tiempo y los temporales...

Desde ahí se yergue tu modo,
tu aún triunfante sobre mi siempre


Y lejos del Siglo y del planeta,
tu pestañeo 

(abrazo de mirada y más),
en un apretón del vientre del mundo,
en una ola de tu piel a mi orilla,
en una braza de mi ardid a tu lazo,
somete aquella penumbra a este amanecer.


Ocasión y cuerpo
momento y comarca
tu miga me asila,
      y en un breve chasquido tu traza,
      retazo de eternidad, 

      me aloja en su reino
      última y única gracia

y mis destierros entran en una merecida gota de olvido.


(1989)